Retrato discípulos
según Marcos
El evangelio de Marcos presenta unas
características peculiares que solo le pertenecen a él. Entre esas está el retrato
negativo que hace de los discípulos y muestra a Jesús tratándolos con dureza en
algunas ocasiones. Por lo anterior en este breve ensayo se presentan tres
episodios que nos ayudan a ilustrar cómo se observa esta característica en el
evangelio y las implicaciones de ello, tomando las citas de la NVI.
Pasajes en Marcos que ilustran esta
característica del Evangelio:
1.
Marcos 7: 17 Después de que dejó a la gente y entró en la casa, sus
discípulos le preguntaron sobre la comparación que había hecho.18 ― ¿Tampoco
ustedes pueden entenderlo? —les dijo— ¿No se dan cuenta de que nada de lo
que entra en una persona puede contaminarla?
Jesús Estaba en una discusión con
los fariseos y algunos escribas sobre la tradición de lavarse las manos antes
de comer (7:1), luego llamó a la multitud (7:14) para hablarles acerca de lo
que verdaderamente contamina a un hombre 87:15) Pero al terminar estas dos
escenas y quedar a solas con los discípulos ellos preguntaron acerca de la
parábola, lo que lleva a Jesús a reaccionar contra ellos, recriminándoles por su
falta de entendimiento. Jesús acusa a los discípulos de embotamiento mental y
torpeza espiritual.[1]
2.
Marcos 8:14 A los discípulos se les había olvidado llevar comida, y solo tenían
un pan en la barca. 15 ―Tengan
cuidado —les advirtió Jesús—; ¡ojo con la levadura de los fariseos y con la de
Herodes! 16 Ellos
comentaban entre sí: «Lo dice porque no tenemos pan». 17 Al darse cuenta de esto, Jesús les dijo: ― ¿Por qué están
hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no ven ni entienden? ¿Tienen la
mente embotada? 18 ¿Es que tienen
ojos, pero no ven, y oídos, pero no oyen? ¿Acaso no recuerdan? 19 Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántas canastas
llenas de pedazos recogieron? ―Doce —respondieron. 20 ―Y, cuando partí los siete panes para los cuatro mil, ¿cuántas
cestas llenas de pedazos recogieron? ―Siete. 21 Entonces concluyó: ― ¿Y todavía no entienden? (Cursiva y
negrilla agregada)
En este pasaje vemos un diálogo
entre Jesús y sus discípulos, pero donde estos últimos muestran ignorancia ante
el tema que están tratando. Ellos están concentrados en una interpretación
literal de lo que Jesús les está hablando. Piensan que el Maestro se está
refiriendo al hecho de que no habían llevado pan (comida) para alimentarse en
el recorrido. Pero ante la advertencia de Jesús de cuidarse de la levadura de
los fariseos y de Herodes, él estaba pensando en un asunto espiritual,
relacionado directamente con las enseñanzas de estos dos grupos. Pero aun así
los discípulos empiezan a especular que es lo que les está diciendo y siguen
pensando en el pan que dejaron de llevar.
Ante esta actitud Jesús les
recrimina de manera drástica, señalándoles de ser hombres faltos de
entendimiento y no es para menos, ya que él mismo les recuerda los dos milagros
donde multiplicó los panes. Es decir Jesús les insta a pensar que si ya hizo
dos veces el mismo milagro para multitudes, ¿no sería posible hacerlo para sus
discípulos?
Las preguntas que usa Jesús: ¿Todavía
no ven ni entienden? ¿Tienen la mente embotada? ¿Es que tienen ojos, pero no
ven, y oídos, pero no oyen? Son preguntas que revelan la decepción de Jesús
ante el embotamiento intelectual de sus discípulos. Las preguntas tienen que
ver con el intelecto[2].
3.
Marcos 10:13 Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los
tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. 14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo
impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 15 Les aseguro que el que no reciba el
reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él». 16 Y después de abrazarlos, los bendecía
poniendo las manos sobre ellos. (cursiva y negrilla agregada)
Nos encontramos con este pasaje en una escena que parece muy normal
en el ministerio de Jesús. Él estaba enseñándole a las multitudes (10:1) y de
repente empezaron a acercarle los niños para que los tocase, en una acción que
no afectaba mucho al maestro, pero tristemente, una vez más los discípulos
volvieron a intervenir marcando distancias y alejando a las personas sencillas.
Parecía que nunca iban a aprender, y esto a pesar de las claras enseñanzas del
Señor en relación a este asunto, ya en 9:37 les había dado una lección tomando
a un niño entre sus brazos. Sin embargo, los discípulos reaccionaron,
posiblemente intentando proteger a Jesús, pensando en que estaban haciendo algo
correcto, ellos no reprendían a los niños, sino a sus padres y en
general a todos los que los traían[3] impidiendo que trajesen a sus pequeños. No hay duda de que la
intención de los discípulos fue buena, a pesar de que hicieron algo equivocado.
Cuando Jesús los vio, se indignó y reprendió seriamente a aquellos
discípulos. Les dijo: "no hagáis eso, deteneos. Dejad que los niños vengan
a mí, porque a ellos les pertenece el reino de Dios." Era como estarles
reiterando nuevamente lo dicho en 9:37. Posiblemente el enojo se debía a eso,
si ya se los había dicho, ¿cómo no lo habían entendido? No comprendieron el
punto relacionado con la vida de los niños y eso era lo que estaba corrigiendo
Jesús. De modo que le dice: "dejad de impedirles que se acerquen, dejad
que vengan a mí. Quitaos de su camino y dejad que vengan." Hendriksen al
respecto dice: “Por supuesto que la indignación de
nuestro Señor tenía una estrecha relación con su amor. Estaba enojado con sus
discípulos porque amaba tan profunda y tiernamente a los pequeños y a los que
los traían”[4]
Conclusión
Es complejo pensar por qué razón Marcos
presenta estos episodios de los discípulos en una forma negativa. Podrían
argumentarse varias razones, pero al analizar los pasajes anteriores vemos que
el disgusto y llamado de atención por parte de Jesús se dio generalmente en
asuntos que ellos ya habían experimentado o escuchado, entonces Jesús esperaría
ya comprensión de parte de ellos, pero por el contrario ellos se muestran como
ignorantes. Frases como ¿Y todavía no entienden? Nos dan evidencia de
esto, es decir como si Cristo quisiera decirles pero eso ya deberían saberlo,
ya deberían entenderlo.
Han
pasado cerca de 2.000 años desde que sucedieron los acontecimientos narrados
antes, pero la situación sigue siendo la misma en muchos que dicen ser
discípulos de Cristo. Teniendo las Escrituras y el conocimiento con respecto a
la resurrección del Señor, aun así siguen viviendo igual o aun peor que los
discípulos. No logran entender las verdades enseñadas por Cristo y menos obedecerlas,
por eso podríamos pensar que si Jesús se les presentará hoy les diría lo
mismo ¿Y todavía no entienden? Por eso se hace necesario
reflexionar acerca de la manera en que estamos interpretando la Palabra de Dios
y si lo estamos haciendo con entendimiento o sencillamente lo hacemos a nuestra
manera.
[1] A.T. Robertson.
Comentario al texto griego del Nuevo Testamento. Trad. Santiago Escuain.
Barcelona, España: Clie, 2003. 87
[2] A.T. Robertson.
Comentario al texto griego. 89
[3] William
Hendriksen. Comentarios al Nuevo testamento: El Evangelio según san Marcos.
Trad. por Alejandro Aracena. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 1998. 389
No hay comentarios:
Publicar un comentario