Jesús como “Hijo de Dios” y como “Cristo”
Al acercarnos al evangelio de Marcos podemos encontrar varias
características que lo hacen particular, una de ellas es la manera en que revela
la identidad de Jesús como "Hijo de Dios" y como "Cristo".
En este breve trabajo se analizarán los diferentes pasajes donde se usan dichos
nombres, mirando quienes son los que lo utilizan y bajo que contexto, y con eso
poder tener mayor claridad sobre el asunto. Todas las citas usadas son tomadas
de la NVI.
Uso de “Hijo de Dios”
Mc 1:1 “Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios” En este pasaje podemos ver que Marcos inicia
el evangelio dándole identidad a Jesús tanto como Cristo al igual que Hijo de
Dios, resaltando la divinidad del Maestro.[1]
Mc 3:11 “Además, los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante
él, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»” Jesús había sanado a muchos y
por eso los que tenían plagas querían acercarse y tocarle. Hasta aquí todos están
preocupados por escucharlo y por ser sanos, pero en ninguno hubo la
preocupación de saber quién era el que hacía estos milagros, tan solo los
demonios (espíritus malignos) son los que lo identifican como Hijo de Dios.
Mc 5:7 “― ¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?
—gritó con fuerza—. ¡Te ruego por Dios que no me atormentes!” Al igual que
el pasaje anterior es un demonio, quien se llama a si mismo legión, quién
revela la identidad de Jesús. Un hombre que llevaba mucho tiempo poseído y
nadie podía controlarlo, ni ayudarle, pero una vez llega Jesús, automáticamente
este espíritu maligno se postró delante de él y le llama “Hijo de Dios”.
Mc 15:39 “Y el centurión, que
estaba frente a Jesús, al oír el grito y ver cómo murió, dijo: ―¡Verdaderamente
este hombre era el Hijo de Dios!” Aquí nos encontramos con un pasaje dado
durante la muerte de Cristo en la cruz. Los judíos y otras personas pasan
burlándose de Jesús, diciéndole de forma sarcástica que si es Dios pues que se
baje de esa cruz y se ayude a sí mismo, uno tras otro lo hacen, incluso uno de
los presos al lado de Jesús hace lo mismo, pero él no le presta atención a
estas burlas, simplemente entrega su espíritu al Padre y muere. Es en ese
momento que al centurión romano, se le suelta esa exclamación profunda reconociendo
la identidad de Jesús: “…este era Hijo de Dios”
Uso de “Hijo amado”
Mc 1:11 “También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo
amado; estoy muy complacido contigo».” Mc 9:7 “Entonces apareció
una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo
amado. ¡Escúchenlo!»” En estos dos pasajes la voz que se escucha es la del
Padre dirigiéndose a Jesús e identificándolo como su “Hijo amado”, en el cual
tiene complacencia. Esas escenas son muestra de la relación que existe en la
trinidad. Aquí aparecen las tres personas, pero para efectos de este análisis
nos concentramos solo en el padre y el Hijo, viendo en cada momento que hay
intimidad y respaldo de parte del Padre hacia su Hijo. Jesús es el Amado del
Padre no sólo en su calidad mesiánica oficial, sino también como Hijo por
generación eterna, como el que comparte plenamente la esencia divina junto con
el Padre y el Espíritu.[2]
Uso de “Cristo”
Mc 1:1 Ver explicación arriba.
Mc 8:29 “―Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? ―Tú eres el Cristo
—afirmó Pedro.” Después de haber visto a Jesús actuar haciendo liberaciones
y sanidades y de escucharlo enseñar, llega está afirmación de Pedro
reconociendo por primera vez en todo el relato la identidad de Jesús. La
afirmación “Tú eres el Cristo” es tan fuerte que la narración de aquí en
adelante en el evangelio va cambiar.
Mc 9:41 “Les aseguro que cualquiera que les dé un vaso de agua en mi
nombre por ser ustedes de Cristo no perderá su recompensa.” Aquí el nombre
“Cristo” está en relación a una condición de pertenencia, es seguir a Jesús
pero pertenecerle a él, es la relación de intimidad que busca el Mesías con
quienes le siguen.
Mc 12:35 “Mientras enseñaba en el templo, Jesús les propuso: ―¿Cómo es
que los maestros de la ley dicen que el Cristo es hijo de David?” Algunos maestros
de la ley afirmaban que el “Cristo” venía de la genealogía del rey más
importante que tuvo Israel. Pero en realidad no estaban reconociendo la
verdadera identidad de Jesús, por el contrario le estaban quitando la divinidad
ya que tenían clara la idea de que el mesías vendría de la descendencia de
David, pero no aceptaban que fuera Hijo de Dios. Después de todo, él no sólo es hombre; ¡también es Dios![3]
Mc 13:21 “Entonces, si alguien les dice a ustedes: “¡Miren, aquí está el
Cristo!” o “¡Miren, allí está!”, no lo crean.” La figura de “Cristo” iba
ser suplantada por alguien, por eso el Señor está advirtiendo a sus discípulos
acerca de que solo uno es el verdadero y debían poder identificarlo, sin
confusión alguna.
Mc 14:61 “Pero Jesús se quedó callado y no contestó nada. ―¿Eres el
Cristo, el Hijo del Bendito? —le preguntó de nuevo el sumo sacerdote.”
Había dudas en algunos acerca de la identidad de Jesús, o talvez no querían
aceptarla, por eso le preguntan directamente a Jesús si él es el “Cristo”, pero
la respuesta que da les exaspera porque no pueden aceptar su real identidad,
por la concepción tan limitada que tenían.
Mc 15:32 “Que baje ahora de la cruz ese Cristo, el rey de Israel, para
que veamos y creamos. También lo insultaban los que estaban crucificados con
él.” La incredulidad de parte de los judíos es manifiesta refiriéndose a
Jesús de manera irónica con el título de “Cristo”. Es posible que se sintieran
fracasados al haber puesto sus expectativas sobre Jesús, pensando que realmente
los libraría de la opresión, pero verlo colgado del madero les causaba enfado y
desilusión.
Conclusión
Podemos ver que la identidad de
Jesús como “Hijo de Dios” es utilizado cuatro veces por Marcos. De eso podemos
concluir que las personas que están alrededor incluyendo a los discípulos en
ningún momento pudieron percibir que al lado tenían al “Hijo de Dios”, muchos
lo buscaban por sus propios intereses pero nadie se percibió de la identidad de
Jesús, tan solo los demonios y el centurión. Se podría pensar que los demonios
lo reconocen, porque lo vieron en acción en la eternidad, cuando pertenecían a
la corte celestial antes de que cayesen en desobediencia y el centurión romano
recibió en ese momento una revelación de parte de Dios mismo, y queda como
testigo delante de la audiencia a la cual iba dirigido este evangelio.
Luego es el Padre quien confirma dicha
relación con la expresión “Hijo amado” en dos ocasiones.
Finalmente referente al nombre de
Cristo tan solo Pedro y los discípulos pueden afirmar con certeza que
verdaderamente es el Cristo, y quienes le reconocen pertenecen a él también. Los
demás pasajes vistos resaltan algunas otras características propias de la
identidad de Jesús, tales como: lo van a querer suplantar, los judíos cuando se
refieren o se dirigen a él con este nombre lo hacen de forma despectiva por
ejemplo: Si eres Cristo…, el Cristo hijo de David… o Eres Cristo…, pero no
aceptan tal designación en la persona de Cristo.
[1] Pablo Hoff, Se
Hizo Hombre: La Fascinante Historia del Dios Hombre como se relata en los
Evangelios Sinópticos. Miami, FL: Editorial Vida, 1990. 32
[2] William
Hendriksen. Comentarios al Nuevo testamento: El Evangelio según san Marcos.
Trad. por Alejandro Aracena. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 1998. 44